La marca de compresas Evax ha empezado a recibir críticas en blogs y foros de Internet tras la emisión de su último anuncio de Fina y Segura. No me sorprende y me uno al movimiento en la red, ya que me produjo la misma antipatía y decepción:
Hasta los años 70, las mujeres tenían que ponerle mucha imaginación y hacer uso de métodos de protección realmente extraños. Pero, por fin se inventaron las 'toallas higiénicas autoadhesivas', lo que popularmente conocemos como 'compresas', a la vez que se empezaron a permitir anuncios en televisión.
Desde entonces y hasta ahora, no se ha dejado de simpatizar y agradar a la mujer (con mayor o menor éxito), ya que este producto, nos guste o no, es fiel compañero en un largo período de nuestra vida. Más segura, limpia y discreta, en sus días de regla, la mujer confiaba en esta y otras marcas como en la amiga a la que contarle tus más íntimos secretos. Hasta ahora.
Evax, en un ataque de modernidad, ha querido dejar en evidencia a la mujer y ha sido descarado: Huele o, según ellos, "No camufla, elimina el olor menstrual". Más fino, ¿no?
El cuidado personal entra en nuestra intimidad y la marca de compresas no ha tenido el más mínimo reparo en "airear" lo que a la mujer más le puede incomodar. Si encima, la única manera de vender esas perlas activas es con un grotesco abrir de piernas, apaga y vámonos.
Si se hubiera dado a conocer como en la Web, donde 25 chicas se someten a una curiosa demostración para comprobar su eficacia, hubiera sido más elogiado. Por el contrario, tan solo podemos decir que ha sido muy, muy desafortunado.
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